¿Ser materialista en estos tiempos?


Casi imposible no ser materialista en estos tiempos. Muchos jóvenes y mayores están atrapados en sus redes. Porque las cosas secuestran la libertad y la conciencia de quienes no son capaces de dominar su vida y tener un rumbo claro, con fuerza suficiente como para despegarse de lo que le rodea y superar las primeras apariencias.

Cuando conversamos con gente cotidiana el dinero es su objetivo, pensando que con él, el resto de cosas serán posibles. Ayer mismo un camarero me decía que el valía mucho más que para servir en un bar, y no entendía por qué cobraba tan poco. Su vida se mide por lo que cobra, entiendo que para poder gastar más.

Creo que siempre ha sido más o menos así. Que cada generación tenía «sus cosas que superar» para vivir realmente en su dimensión personal y espiritual. «Superar» no es eliminar, sino evitar que se convierta en lo primero. La cuestión preocupante, a mi entender, es que nuestra generación del norte se «asiente» sobre cosas para demostrar su desarrollo. En definitiva, que el norte siga engañando su insatisfacción y vacíos a golpe de «más» cosas en lugar de abrazar el «más del amor» que es lo único capaz de desvelar al ser humano y la sociedad su propia hondura.

En resumen, las «cosas» no son nada malo, no es condenable tener. Lo triste, por la propia persona, es tener sin saber ni por qué ni para qué se tiene; tener desprovisto de sincera humanidad, siendo responsables con nuestros bienes de aquellos que no tienen en nuestro mundo.

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