Simplifica tu vida


Rodeados de cosas. Acumuladas con mayor o menor sentido. Unas sobre otras, a su lado, por doquier. Son libros, ropa, música, imágenes, partituras, dibujos, cuadros, comodidades, accesorios… Todo un tesoro para poder compartir con otros. Simplificar compartiendo, descubriendo al otro. Convertir tu mirada y la actitud del corazón las cosas que nos rodea, viéndolas por encima de lo normal, como puertas que nos permiten amar, nos dan seguridad, nos brindan un encuentro más allá de ellas. Te hago la siguiente propuesta: simplifica, reduce, desecha, comparte, libérate, purifica. Que lo muerto, tenga vida.

Una semana diferente. Frente a la acumulación, el desprendimiento. Tenlo todo preparado, para empezar y no parar durante los siete días que hayas decidido.

  1. Busca 7 cosas que tengas por ahí, y de las que casi ya ni te acuerdas. Fueron importantes o no, significativas o no. Ahora están muertas. Límpialas, envuélvelas y piensa en alguien de tu entorno a quien regalárselas. Conocido o no tan conocido. Es un detalle.
  2. Cada día, una persona a quien acercarse. Es el paso de las cosas a la vida, al encuentro, al otro. Supone el riesgo de «utilizar» adecuadamente, de dar el paso por llegar a los demás. Decirles, de forma sencilla, que has pensado en ellos. Y agradecerles el camino hecho juntos. Porque queda mucho que recorrer.
  3. Y de vuelta, cuando ya no sea tuya esa «cosa», agradecer la persona con la que te has encontrado. Menos será más. Y cuanto más arriesgues, será más grande su presencia.
  4. Si te animas, apúntate en twitter a #comparte7

¿Te atreves?

Es una cuestión vocacional. La de poner en juego para descubrir. La dinámica de la liberación por medio de la entrega, no para tirar a la basura sino valorando la maravilla que somos y cuánto tenemos que podemos usar para el bien. Todo está puesto, y es verdad, en la medida. «Tanto» encontrarás «en cuanto» pongas en marcha.

Este camino te llevará a darte cuenta, cuando busques algo para otros, de lo apegado que estás (o no) a la realidad que te rodea. Y qué poco valor tiene todo eso que acumula polvo a tu alrededor. Entonces tendrás la oportunidad de ser libre, cuando veas de corazón la verdad ante ti, y de liberarte y tirar aquello que ni vale para ti ni puede valer a otros.

  1. No se trata sólo de hacer. Sino de dedicar tiempo, de pensar, y ordenar el mundo, de distribuir y facilitar algo grande a los otros. De tomarnos el pulso y conocer en qué encontramos vida. ¿Cosas, personas, Dios? ¿Cómo están relacionados?
  2. Dar un paso valiente. Facilitar el encuentro con el Señor de la vida, que generosamente me ha puesto en el mundo, y me ha regalado primero todo cuanto tengo alrededor. Querer quedarme con el Señor de las cosas, en lugar de con las cosas del Señor.
  3. Liberarme de las zarpas pulpescas y de las garras afiladas de todo eso que parece que me da seguridad, que supone la rutina y el «porque sí», para preguntarme por lago más grande: ¿Por qué no vivir de otra manera? ¿Por qué no purificarme y comenzar de nuevo? ¿Por qué no retomar lo que hace feliz verdaderamente al hombre?

15 comentarios en “Simplifica tu vida

  1. Me sumo a la propuesta, al menos al intento. Ya no más mientras leía pensaba en las cosas que tengo y a las que me aferro. Y en personas hacia las que necesito dar un paso concreto de cercanía…
    Veremos si sale.

  2. Pingback: Él te sustentará (Salmo 54) « A la luz de la Palabra

  3. Un iniciativa muy bien definida . Aunque suelo hacerlo y es costumbtre antigua familiar no deja de admirarme tu propuesta clarificadora. Que cunda el ejemplo.Datr de lo que se tiene no de lo que nos sobra.
    Un abrazo

  4. Hola, me parece maravilloso esto q propones. Me apunto. Como dijo alguien, «hacer Comunidad», desde aqui. Si, quiero compartir, desapegarme, DAR, porq todo nos ha sido dado.
    Gracias, por tan bonita y gran idea!

  5. Pingback: Post de febrero 2012 | Preguntarse y buscar

  6. Pingback: Gestos desinteresados | Preguntarse y buscar

Deja un comentario